53a. FERIA DE CALI

Con la presencia de grupos musicales y vocalistas de distinto género, de Colombia y otros países americanos, se desarrolló la 53ª. Feria de Cali.
Desfilaron en estos días feriales Superlitio, CJ Castro, Tirso Duarte, Junion Jein, Son de Cali, Roberto Roena y la Apollo Sound, Tito Cruz, Sammy González, Henry Fiol, Yuri Buenaventura, Willie Rosario, Chamaco Rivera, Primi Cruz, Darío Gómez, El Charrito Negro, Luis Alberto Posada, Luisito Muñóz, La Mulenze, Edwin Morales, Rafi Andino, Pedro Brull, Rudy Márquez, Néstor Daniel y Los Terrícolas, Elio Rocca, Ana y Jaime, Claudia de Colombia, El Gran Combo, Mariano Cívico, Maelo Ruiz, Pipe Peláez, Peter Manjarrés, Andy Montañez, Tito Nieves, El Binomio de Oro, Los Gigantes del Vallenato, Jorge Celedón, Silvestre Dangond, la Orquesta de Pacho Galán, de Lucho Bermúdez, Tania, Van Van, Dan Dén, Ismael Miranda, Junior González, Calambuco, Tropicaña, Alfredo Gutiérrez y otros más. Hubo campito para toda la variedad musical que se escucha en Cali además de la salsa.
Guayacán Orquesta y el Grupo Niche, fueron programadas pero tuvieron algunas confrontaciones con la dirección de la feria, porque sintieron cierto favorecimiento con las orquestas de Cuba y de Puerto Rico, estas protestas fueron secundadas por más de 30 orquestas de la ciudad. Larry Harlow no llegó excusado por el cierre del aeropuerto de New York, debido al fuerte invierno, pero la orquesta, el pianista y el violinista, caleños ellos, que acompañaron a Ismael Miranda y Junior González se sobraron tanto que hasta Pedro Brull, que no estaba programado se lanzó a cantar con Ismael y terminó como solista de algunas canciones de la época de oro de Larry Harlow.
Gran regalo para los melómanos caleños fue la presencia de la Sonora Gloria Matancera y Reutilio Jr. Celina González, con sus añitos y su silla, vino desde Cuba a recibir un merecido homenaje de parte de este rincón terráqueo que la ha conceptuado como propia. José Bello apareció de sorpresa en la tarima de los melómanos y coleccionistas ubicada en las antiguas instalaciones de la Industria de Licores del Valle, e interpretó a capela, sin acompañamiento, varios de sus éxitos con el Conjunto Clásico Los Rodríguez, recibiendo una gran ovación de parte de la multitudinaria asistencia.
Desgraciadamente como a estos eventos se presenta público de todo tipo y con la influencia del licor algunos no toman las cosa de la mejor forma y se limitan a protestar, a chiflar y hasta sabotear. En la presentación de Rubén Blades, que había sido muy publicitada, éste se atrevió a presentar dos canciones no conocidas por los asistentes y recibió tremenda rechifla por esto. En la tarima de los coleccionistas una noche estuvo el amigo Isidoro Corkidi cerrando la presentación de temas grabados y cuando quiso dar a conocer la procedencia de la música y grupos que iba a presentar fue objeto de algunas rechiflas también.
En general la Feria de Cali, estuvo muy buena, muy organizada y muy concurrida. Al Salsódromo, la Chiquiferia, la cabalgata, el desfile de carros antiguos, el desfile de Cali Viejo, las verbenas en diferentes sitios, asistió muchísima gente en orden. No le fue tan bien al tradicional alumbrado navideño, ya que se hizo sobre la calle 25, lugar que no fue del agrado de la mayoría de las personas acostumbradas a verlo sobre la parte alta de la avenida Colombia. Claro está que hacían falta el río Cali y los árboles, pero pienso que hay que excusar a la administración de la ciudad, ya que en diciembre se proyectaba dar inicio a las obras civiles en la carrera primera teniendo que suspender el alumbrado por ese sitio. Al final las obras empezaron en enero.