miércoles, 22 de agosto de 2012

LA COLUMNA VERTEBRAL DEL GRUPO NICHE
. . . . Caminaba por la avenida sexta de Cali con destino a un punto cercano al Parque de las Fuentes, en donde estaba programada la actuación de unos especialistas en la música electrónica. En el camino me topé con Jorge Solís, cantante y director administrativo de La Gran Banda Caleña, a quien conocía a través de una amiga común, funcionaria de la Corporación de Turismo del Valle del Cauca. Con él departí un largo rato haciendo comentarios sobre la onda musical que atravesaba en ese momento Cali, con el surgimiento de una gran cantidad de orquestas intérpretes de la corriente denominada “Salsa” y entre ellas varias conformadas casi exclusivamente por mujeres. Jorge me comentaba sobre las dificultades que se tenían para poder sostener los grupos musicales, ya que había mucha oferta con una demanda no correspondiente. Fue cuando me mencionó: “no es sino preguntarle a Jairo sobre las dificultades que pasa para sostener al Grupo Niche”. Un tiempo después y justo en pleno inicio de la Feria de Cali, la cual contaba desde hacía algunos años con la presentación del Grupo Niche como una de sus principales atracciones musicales, la mayoría de los músicos de este grupo decidieron no presentarse y renunciar al no conseguir que se les aprobara un aumento de sus ingresos individuales de parte de Jairo, quien era el dueño de la orquesta, después de haberse disgregado el grupo de jóvenes chocoanos fundadores en 1978, en Bogotá. Pasado el trago amargo del final de diciembre de 1987, cuando se sucedieron los hechos contados en el párrafo anterior, siendo un 9 de enero de 1988, me encontraba con mis amigos Elisa y Jesús Alberto, ambos funcionaros de la extinta Cortuvalle despidiendo a otra amiga residente en los Estados Unidos, Clara Inés, quien había venido a Cali a pasar las fiestas decembrinas y ya estaba de regreso a sus labores en “el país de los oportunistas”, o “país de las oportunidades”, como quieran llamarle. Esto sucedía en un grill o salón de baile muy conocido situado en la calle 5ª con 39, en el sur de Cali, llamado La Chica de Rojo, del cual era propietario Jairo Varela. Este establecimiento tenía algo de particular y era que la pista de baile quedaba a nivel del piso primero pero la ubicación para los asistentes se hacía en una especie de entresuelos superiores o mezannines en varios niveles. El grill, como se les llama en Cali, estaba más bien vacío y quizás aprovechando esa circunstancia Jairo estaba ubicado un poco arriba de donde mi grupo se encontraba, tomándose unos tragos. Al verlo solo decidí arrimarme a saludarlo. Me senté a acompañar al gran director musical compartiendo con él algunos aguardientes. Al cabo de un momento decidí lanzarle la pregunta difícil: ¿Por qué dejaste acabar el Grupo Niche?, seguida de una cantidad de expresiones de agradecimiento y de admiración por aquel maravilloso grupo musical. La respuesta de Jairo fue elocuente y concisa: “El Grupo Niche no se ha acabado, la columna vertebral de la orquesta somos, Cabarcas, César Monge, Tito Gómez y yo. Para finales de febrero el grupo estará nuevamente funcionando”. Alvaro Cabarcas , el pianista, era conocido popularmente como “Pelusa”, César Monge, el trombonista, venía de la Dimensión Latina de Venezuela y le decían “Albóndiga”, Tito Gómez, el cantante, había llegado de la Sonora Ponceña de Puerto Rico en remplazo de Moncho Santana como vocalista principal. No fue en febrero pero si a mediados de año que estaba haciendo presencia el Grupo Niche, renovado, con un sonido y una presentación impecables. Fue este nuevo grupo humano y musical el que se paseó por varios continentes maravillando a los asistentes en cada presentación. El paso del tiempo ha dejado su huella en el Grupo Niche con el desfile de diferentes figuras de la interpretación instrumental y la interpretación musical, formando así una especie de mini generaciones. El primer grupo humano, el que inició, se dispersó quedando Alexis Lozano, quien después salió a fundar su Guayacán Orquesta. Del grupo que realizó el “motín en la tarima” quedó “La Orquesta Internacional Los Niches”. El primer intérprete de Buenaventura y Caney, Alvaro Del Castillo formó La Calentura. Otros integrantes como Richie Valdez formaron sus propias orquestas. Javier Vásquez, quizás el corista y vocalista que más permaneció con Niche, conformó con otro de los vocalistas Willie García, El Son de Cali. Cortez también conformó su grupo musical. César Monge hizo sociedad con César Mora y estuvieron un tiempo en televisión y sonando en Bogotá. No volvimos a saber de Monge. Tito Gómez, quien había pasado por las orquestas de Ray Barreto, Charlie Palmieri, La Terrífica, La Sonora Ponceña, al dejar al Grupo Niche hizo historia como vocalista independiente hasta que el 12 de junio de 2007 falleció en Cali. Jairo Varela apoyó el talento musical de varios artistas, como La Orquesta La Fuga. Amparo Quiñónez, quien grabó un repertorio de boleros. Paula Andrea Paz, Diana Serna. Tito Cortez, también hizo algunos ensayos y el futbolista Faustino Asprilla le pidió la oportunidad a Jairo y también grabó su disco. La partida sorpresiva de Jairo de nuestro mundo existencial nos deja consternados y quizás a muchos, dudas sobre el futuro del Grupo Niche; más yo creo que tal como lo dijo el maestro Varela, a partir de ahora arranca la Segunda Generación. Lo que no visualizó fue que él ya no estaría presente. RA

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