Y seguimos asistiendo a días históricos. A los cambios de siglo y de milenio agregamos ahora una renuncia papal que no se presenta sino muy de vez en cuando, baste saber que la penúltima sucedida, anterior a la actual de Benedicto XVI, ocurrió en 1415, hace 598 años y su protagonista fue el Papa Gregorio XII. Ahora estamos presentes en la elección y nombramiento de un nuevo Papa y también en el nacer de un mito para los pueblos venezolano y americano: Hugo Rafael Chávez Frías, quien ha fallecido dejando la semilla de un cambio sociopolítico y económico que están tratando de evitar sus detractores: los ex dueños del poder venezolano y algunos dueños del poder económico mundial.
Yo fui testigo de la partida, a causa del cáncer, de tres enfermos muy cercanos: Gerardo, más conocido como Cachimbo, Mercedes y Gustavo. Todos ellos, personas comunes y corrientes del conglomerado socioeconómico de los pobres, quienes sufrieron durante varios años la esperanza surgida de la ciencia médica de curarse con procedimientos que duplicaban su sufrimiento, porque era lo único que tenían a la mano. Hoy sabemos que no con esperanza sino con fe podemos utilizar otros medios para vencer el mal. Sin embargo, la fe no es tan común para estos casos. Recuerdo un día cuando en mi presencia el Reverendo Padre Libardo Vargas, quien manejaba unas fórmulas de droga blanca originadas por un sacerdote jesuita español, le dijo a una paciente terminal cuando le preguntó: “Padre y con esto puedo dejar el tratamiento del médico?”, a lo que él le contestó: “Pues vea, si usted lleva más de dos años haciéndole caso y cada día lo que hace es sufrir más ¿cuál es la decisión que más le conviene? Usted misma es la que decide.
El presidente Chávez se puso en manos de la esperanza y sucumbió. Pienso que pragmáticamente fue lo mejor que le pudo suceder, porque se le acabaron el dolor y el sufrimiento, los cuales sentimos si nuestro cuerpo físico vive, le hizo el quite a la mala imagen que sus enemigos le crearon y se ha vuelto un mito pasando así a la historia.
RA
Y seguimos asistiendo a días históricos. A los cambios de siglo y de milenio agregamos ahora una renuncia papal que no se presenta sino muy de vez en cuando, baste saber que la penúltima sucedida, anterior a la actual de Benedicto XVI, ocurrió en 1415, hace 598 años y su protagonista fue el Papa Gregorio XII. Ahora estamos presentes en la elección y nombramiento de un nuevo Papa y también en el nacer de un mito para los pueblos venezolano y americano: Hugo Rafael Chávez Frías, quien ha fallecido dejando la semilla de un cambio sociopolítico y económico que están tratando de evitar sus detractores: los ex dueños del poder venezolano y algunos dueños del poder económico mundial.
Yo fui testigo de la partida, a causa del cáncer, de tres enfermos muy cercanos: Gerardo, más conocido como Cachimbo, Mercedes y Gustavo. Todos ellos, personas comunes y corrientes del conglomerado socioeconómico de los pobres, quienes sufrieron durante varios años la esperanza surgida de la ciencia médica de curarse con procedimientos que duplicaban su sufrimiento, porque era lo único que tenían a la mano. Hoy sabemos que no con esperanza sino con fe podemos utilizar otros medios para vencer el mal. Sin embargo, la fe no es tan común para estos casos. Recuerdo un día cuando en mi presencia el Reverendo Padre Libardo Vargas, quien manejaba unas fórmulas de droga blanca originadas por un sacerdote jesuita español, le dijo a una paciente terminal cuando le preguntó: “Padre y con esto puedo dejar el tratamiento del médico?”, a lo que él le contestó: “Pues vea, si usted lleva más de dos años haciéndole caso y cada día lo que hace es sufrir más ¿cuál es la decisión que más le conviene? Usted misma es la que decide.
El presidente Chávez se puso en manos de la esperanza y sucumbió. Pienso que pragmáticamente fue lo mejor que le pudo suceder, porque se le acabaron el dolor y el sufrimiento, los cuales sentimos si nuestro cuerpo físico vive, le hizo el quite a la mala imagen que sus enemigos le crearon y se ha vuelto un mito pasando así a la historia.
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